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Lavado de Raíces
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Un lavado de raíces, es simplemente reglar la planta con abundante agua corriente y dejar que vaya drenando por la parte inferior del macetero.
Este proceso va a eliminar la gran mayoría de minerales y nutrientes de la tierra y las raíces.
¿Cómo se hace el lavado de raíces?
- En cultivos que están en el interior, lo mejor es coger la maceta y llevarla al plato de ducha o bañera y realizarle un riego con abundante agua hasta que ésta pasa de tener un color marrón a transparente.
- Respecto a la cantidad de agua que hay que agregarle, hay varias teorías. Una de ellas, la más popular, es la de que hay que lavar la maceta con el triple de agua del volumen del macetero. Por ejemplo, si la maceta tiene 7l de capacidad, habría que lavar la planta con 21 litros de gua. Realmente no hay cantidad de agua estándar, lo que aconsejamos es que simplemente observemos que el agua que drena la maceta está limpia. Muy importante es la temperatura del agua.
- Ésta debe estar a una temperatura media 20-22º para no perjudicar la salud de planta. Si el agua está muy fría, la planta puede estresarse y si el agua está demasiado caliente puede llegar a pudrir las raíces.
¿Qué haces después del lavado de raíces?
- Después del lavado de raíces, no debemos de hacer nada, solo dejarla en nuestro de forma normal y dejar de agregarle productos fertilizantes o aditivos. Solo debemos de regarla con un poco de agua si vemos que el sustrato está muy seco, pero no añadirle ningún tipo de fertilizante ni aditivo.
- Tampoco deberemos de hacer regulaciones del pH solo añadir agua y esperar que llegue el día de recolectarla. Si el lavado se ha llevado a cabo durante el ciclo de desarrollo de la planta por una sobrefertilización, tras el lavado hay que hacer un riego con un poco de abono (la mitad de la dosis de lo indicado por el fabricante). Y después de unos días, seguir con el cultivo de forma habitual
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